El uso de herramientas de evaluación es un área clave de estudio dentro del contexto de la práctica de la telepsicología.

En esta práctica, a medida que los profesionales comienzan a utilizar nuevas herramientas y a implementar diferentes modelos en la prestación de servicios psicológicos, es necesario que tengan en cuenta todas las recomendaciones e indicaciones establecidas.

En general, la idoneidad del uso de herramientas de evaluación en el contexto de la telepsicología debe considerarse cuidadosamente, teniendo en cuenta las siguientes indicaciones:

• El profesional será responsable de verificar las normas y regulaciones locales para la práctica clínica.
• En segundo lugar, deberá consultar las pautas establecidas por la APA, la guía para la práctica de la telepsicología editada por el Consejo General de la Psicología en España así como la Guía para la intervención telepsicológica del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y el Consejo General de Colegios de Logopedas con el fin de seguir todas recomendaciones relacionadas con los principios éticos y deontológicos.
• Finalmente, deberá consultar la información proporcionada por Pearson en relación a la práctica de la telepsicología, para ayudarlo en la toma de decisiones clínicas.

Junto con una revisión exhaustiva de estas normas, pautas y recomendaciones, el profesional deberá considerar los siguientes aspectos para una evaluación adecuada mediante la telepsicología:

• La naturaleza de la relación clínica entre el psicólogo y el paciente: en algunas ocasiones es necesario establecer inicialmente una relación presencial.
• El propósito de la evaluación: puede que no sea apropiado llevar a cabo una aplicación de una prueba a distancia si no se puede garantizar que es el propio examinando quien está cumplimentando los ítems, si es necesario observar en detalle la aplicación de la prueba, o si existe una circunstancia legal que dictamine la necesidad de realizar una evaluación en persona.
• La disponibilidad de una tercera persona que se encuentre junto con el paciente para apoyarle en caso de ser necesario.
• La disponibilidad de unas condiciones ambientales favorables, sin estímulos distractores, que permitan una correcta aplicación de las pruebas.

La presente guía es pertinente y aplicable en todos aquellos casos en los que los profesionales de la psicología empleen, para la prestación de sus servicios, alguna de las tecnologías referidas en la definición, independientemente del ámbito específico de la psicología (clínico-sanitario, educativo, neuropsicológico, organizacional, deportivo, intervención social, jurídico, etc.), e independientemente de si su uso es continuo o esporádico a lo largo del servicio, parcial o total.