Los Trastornos del Neurodesarrollo (TNDs) hacen referencia a dificultades significativas en funciones cognitivas como la comunicación, las habilidades motoras, la atención y el aprendizaje. Entre ellos se incluyen las discapacidades intelectuales, el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), los trastornos del lenguaje, los trastornos motores, los trastornos específicos del aprendizaje, así como los trastornos emocionales y del comportamiento (DSM-5, APA, 2013).

Estos trastornos suelen presentarse de forma combinada y rara vez aparecen de manera aislada. Su impacto es duradero y afecta la vida personal, académica y social de quienes los presentan. Por ello, requieren un abordaje temprano y multidisciplinar que permita ofrecer el apoyo adecuado desde las primeras etapas.